lunes, 17 de junio de 2024

Carranza en las tablas

 Jerónimo Sánchez de Carranza fue muy conocido y citado en su época, incluso originó el refrán "Envaine usted seor Carranza" 

En la obra de Lope de Vega La Dorotea se cita un pasaje de su libro Filosofía de las Armas y de su Destreza.

Fer. ...Muestra las espadas negras.

Jul. Quitaréles el polvo de nuestra ausencia.

Fer. De la postura angular dice Carranza que salen todas las heridas. ¿Que postura tendría el amor cuando me dio las mías?

Jul. Pregúntale a Dorotea, que le dio el arco.

Fer. Bien hiciste esa treta, que del fin del tajo salen todas las estocadas. ¿Ay, Dorotea, que no me bastan reparos contra las tuyas!

Jul. ¿Porqué arrojas la espada?

Fer. Porque no diga Alciato que está en manos del loco.

Lope de Vega, Felix. La Dorotea (Ed. E.S.Morby) Madrid, Castalia, 1980. Acto III Esc.1. p.216-7

Así de la postura angular salen todas las especies de heridas, porque estando la espada y el brazo en postura de ángulo, ahora sea recto o agudo, sacando al ángulo obtuso en cierta manera se forma estocada, y de este principio mismo salen los tajos y reveses con esta limitación: que del tajo y revés no podemos sacar estocadas, aunque ellos salen de la postura de la espada estando el ángulo en potencia.

... como también se pueden formar estocadas del fin de los tajos y reveses, pero entiéndese esto según el lugar donde pararen los movimientos, porque el tal fin puede hacer y deshacer en esto que tratamos,

Sánchez de Carranza, Jerónimo Filosofía de las Armas y de su Destreza. f163r-163v



domingo, 9 de junio de 2024

Juan Rufo y las Seiscientas Apotegmas

 Juan Rufo hace en Las Seiscientas Apotegmas numerosas alusiones a las armas y el duelo, reproducimos aquí algunas de ellas.

6o. Un hombre más inclinado a conservar su vida de lo que permiten las leyes del duelo, riñó con otro más viejo que él, y habiendo andado en la pendencia gran danzante de represas, daba por disculpa querido llegar al viejo. "no fue, le dijo, por no llegar al viejo, sino por llegar a viejo."

149. Mataron a puñaladas a un caballero que había muerto a algunos, y llegando la nueva a la Corte, otro, que tenía no sé cuantas muertes a su cargo, dijo a Juan Rufo: "Lastimosa muerte ha sido esta de Fulano. Lo que hace al caso es que cada uno mire como vive." Respondió: "Y como mata."

245. Tratábase del mentís en presencia del señor don Juan, y condenaban por riguroso estilo que sola esta palabra fuese tan injuriosa. "No es sino trinchea de la honra, respondió, y para que el temor de la afrenta excuse muchas de las que los hombres se dirían. Pues por una vez que el mentís dicho causa discordia, mete mil veces paz el recelo de no oírle."

265. Estaban al principio de mayo cuatro mujeres o cinco comprando unas manzanas tan duras como de espada y tan verdes como alcacel, y poco más gruesas que avellanas, por lo cual les dijo: "¿Oh hijas de Eva, amigas de comer fruto vedado, ya por Naturaleza, ya por su Autor!"

manzana: pomo de espada

286. Riñeron dos bravos, y antes de echar mano, dio el uno al otro un grande bofetón. Acuchilláronse, y aunque hasta allí estaba el que le recibió en posesión de tan valiente y más que el otro, perdió tierra y sangre en esta pendencia. Y maravillándose algunos del suceso, y diciendo que nunca pudieran pensar que aquel perdiera en aquella lid, respondió: "¿Por qué no había de perder, si le llevó el contrario de ventaja cinco puntos y la mano?"

304. Riñeron dos hombres, y escapando el uno sano y el otro mal herido, no escaparn ambos de quedar presos in fraganti. Otro día, el herido, por esta ocasión, y el otro porque le dio una recia calentura, le encargaron que sacase fe del médico y cirujano que los curaba, para salir en fiado a curarse en sus casas. El doctor dio fe de que el uno tenía calentura y el otro corría riesgo de la vida, por ser la herida mortal. Volviendo pues con esta fe a la cárcel, comenzó el de la calentura (antes de leella) a tomar grande alegría y rendille las gracias por el buen oficio. Y pidiéndole que le diese aquella fe, respondió: "No es esta en la que vos os habéis de salvar."

333. Un hombre que ni era principal ni tenido por valiente fue a matar a la iglesia a un caballero que le había hecho un enojo. El caballero se dio tan buena maña que dio con su contrario en tierra, y le paso de una estocada por el vientre. Y maravillándose los médicos de que la herida no tocase en tripa ninguna, les dijo:"Cómo le había de tocar en las tripas, si no posaban entonces allí." - " ¿Cómo así?",  le preguntó el uno de ellos. Respondió: "Porque había hecho de las tripas corazón."

364. Estaba rezando un señor que era valiente y se preciaba de ello. Y como preguntasen ciertos amigos suyos: "¿Por quién reza Fulano?" respondió: "Por los que ha de matar."

389. ... Viese que a causa de ir por allí el Tajo muy veloz en su corriente y ser desigual en sus orillas y centro, se ahogaban un verano muchos que por su regalo y salud se iban a bañar, y oyese decir que algunos años solía pasar de treinta el número de los ahogados, respondió: "Basta, que en Toledo mata más el Tajo que la estocada."

404. Ciertos galanes dieron a una mujer ocho puñaladas, queriéndola matar porque no descubriese un secreto de importancia. Pues como quedase viva y lo dijese a todo el mundo, dijo: "Por cerralle a esta mujer una boca, le abrieron ocho más."

405. Vino de ver a un hombre a quien habían herido en la cabeza un amigo suyo, que estaba retraído. Pues como estuviese peligroso y este le preguntase: "¿Qué os ha parecido del enfermo?" respondió: "Harto peor de lo que vos quisiérades." - "Pues, ¿qué me aconsejáis?" volvió a preguntar. Respondió: "Que no seáis barbero, porque tenéis muy pesada mano."

442. Había un señor dado una espada buena con todo su aderezo a un poeta porque le acompañase en cierto viaje. Pues como el poeta le dijese que se sentía muy malo y no para ponerse en camino, y que si no hacía el viaje el señor le quitaría la espada, respondió: "Menos mal es que os quite la espada, que no os mate con ella."

492. De una dama que él celebraba por hermosa le dijeron que, mirada de lado, no lo era tanto. Respondió: "Porque no hiere de tajo ni revés, sino mata de estocada."

517. En una ciudad de Italia dio un hombre una gran cuchillada por la cara a cierta dama; y después de haberle dado doscientos azotes por ello, hubo de casarse con ella. Viéndolos, pues, en el tálamo, y considerando cuan a fuego y sangre eran aquellas bodas, dijo: "Ni la novia tiene segura la cara, ni el novio las espaldas."

518. Un hombre esforzado había sacado harta sangre, riñendo de bueno a bueno, a un personaje que, demás de sello, era muy hombre; y tratándose de si aquel era valiente, respondió: "Testimonio tiene de que lo es, escrito con sangre y en papel de marca mayor." 

marca mayor: tamaño de papel grande y por extensión espada de longitud máxima (o mayor de la marca o longitud máxima legal)

655. Cierto caballero cortesano le había prometido una cosa, fácil por sí y mucho más por causas honestas qyue para ello hubo. Ofreciósele ir a Toledo por pocos días, y volvió tan fuera de cumplir su palabra, que a ocasiones que precisamente se la podían traer a la memoria, se hizo sordo; por lo cual le hizo oír estos versos:

"Si el agua de Tajo es,

como en vos se ha parecido, 

la del rio del olvido,

no es Tajo, sino revés."


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Juan Rufo. Las seiscientas apotegmas y otras obras en verso. Madrid: Espasa Calpe, 1972. Clásicos castellanos 170. (Edición de Alberto Blecua)

miércoles, 15 de mayo de 2024

Sobre los palos y Jovellanos

 Gaspar Melchor de Jovellanos en su obra Memoria para el arreglo de la policía de los espectáculos y diversiones públicas y sobre su origen en España, escrita el 29 de Diciembre de 1790, menciona la prohibición el uso de los palos en las romerías, presumiblemente por luchar con ellos, justificándolos sin embargo por lo abrupto y fragoso del terreno.

Hablando de las romerías dice: Se ha prohibido en ellas el uso de los palos, que hace aquí necesarios, más que la defensa, la fragosidad del país.


Jovellanos Obras escogidas II. Madrid: Espasa Calpe, 1966. p.11

Clásicos castellanos 111

miércoles, 24 de abril de 2024

Título de Maestro

 Juan Caro de Montenegro fue Maestro Mayor de la Destreza de las Armas desde 1673. Hiperpachequista, tuvo una polémica con Ettenhard a propósito de su libro Compendio, también estuvo detrás del pleito contra Piña y Reyes por enseñar Destreza en Sevilla.

Aquí expide el título de Maestro a un granadino, Cristóbal Ruiz.





miércoles, 20 de diciembre de 2023

De espadas y manos

 En una composición de Juan Fernández de Heredia1 se hace mención a una espada de una mano, que por ser su dueño de muy baja estatura, se podría considerar de dos manos.

A una espada del Almirante de Castilla2 que le traía un paje.


Prima espada hizo, por Dios, un maestro valenciano,
para el paje es de una mano,
para su señor de dos.
Pensando no hacer nada
nunca hombre hizo tal,
en cuchilla de puñal
puso guarnición de espada.

Edición de Rafael Ferreres.

Fernández de Heredia, Juan. Obras.3 Clásicos castellanos. Madrid: Espasa Calpe, 1975. 2ª edición. p.204


Valencia c.1480-Valencia 1549. Poeta y cortesano valenciano.

Don Fadrique Enríquez de Cabrera. De muy baja estatura, estuvo relacionado con diversos poetas que le dedicaron algunas poesías.

La primera edición se publico póstumamente en Valencia en 1562.

martes, 5 de diciembre de 2023

Quevedo y los alfanjes

 Es conocida la animosidad entre Pacheco de Narváez y Quevedo, sin embargo en un punto sobre esgrima estaban de acuerdo. 

Pacheco en Grandezas de la espada (Madrid, 1600) tiene un capítulo sobre las formas de combatir contra los turcos, en el que muestra diversas técnicas para contrarrestar el ataque con los alfanjes, arma curva característica de los pueblos orientales.

Y digo que si las armas son las que ofenden y defienden, se podría considerar particularmente la ventaja que la espada lleva en largura al alfanje, y no solo en la largura, pero en el modo de herir conocerían a cuanto más están obligados, pues de ser la espada en su cantidad casi la cuarta parte más que el alfanje, tienen más heridas y partes por donde herir porque tiene las tres heridas principales de tajo, revés y estocada, y después de estas, las que se convierten de tajo en revés, de revés en tajo, y de cualquier de estos en estocada, y de la estocada en tajo y revés, cuando por un lado de la circunferencia, cuando por el otro, y por cualquiera de las líneas que forman los ángulos rectilíneos, de que ya avisamos, y por otras partes que se avisará, cuándo acercando el cuerpo y cuándo apartándolo según que conviene.

Grandezas de la espada. Cuarta parte. f.233v. Madrid: Herederos de Juan Íñiguez de Lequerica, 1600.

Quevedo en La fortuna con seso y la hora de todos (Zaragoza, 1650) trae un párrafo en el que un morisco presenta al Gran Sultán diversos remedios para vencer a los españoles:

Lo tercero, que para el mejor uso del rompimiento en las batallas, se dejen los alfanjes corvos por las espadas de los españoles, pues son en la ocasión para la defensa y la ofensa más hábiles, ahorrando con las estocadas grandes rodeos de los movimientos circulares, por lo cual, llegando a las manos con los españoles que siempre han usado mucho mejor que todas las naciones esta destreza, hemos padecido grandes estragos, y son las espadas mucho más descansadas al pulso y a la cinta.

Obras completas en prosa de Francisco de Quevedo. vol. I, tomo II, Cap. XXV, p.737 (Edición de Lía Schwartz). Madrid: Ed. Castalia, 2003 

miércoles, 13 de septiembre de 2023

Lost and found (Found and lost) Objetos perdidos

 Entre los diversos libros de Destreza a los que no se puede acceder, muchos de ellos por estar irremisiblemente perdidos o por estar inaccesibles o por no saberse su localización actual, hay uno que llevamos tiempo intentando localizar.

Contamos con referencias de Palau y Leguina que lo citan con detalle en sus catálogos (Leguina (59); Palau 88295)


154. Principios de la Ciencia y Matemática de la destreza, y Filosofía de las Armas, para los que comienzan a usarlas. Por Don Iñigo Fernández de Córdoba Ponze de León de la Orden de Santiago, Señor de Pozo Benito, Zaragoza y Rojuelas, Alférez mayor del Pendón Real de la Ciudad de Córdoba. Con licencia
Córdoba : Salvador de Cea Tesa, 1651
[4]b., 18h. ; 4º men.

El autor Iñigo Fernández de Córdoba Ponce de León, no sabemos mucho. Aparece en un pleito por unos asientos en una iglesia parroquial de Cordoba.
Por don Iñigo Fernandez de [sic.] de Cordoua, Ponze de Leon Cauallero de la Orden de señor Santiago, y Veintiquatro de Cordoua. Contra el fiscal de la Iurisdiccion Eclestatica deste Obispado, y dō Diego Leonardo de Argote Veintiquatro desta dicha Ciudd, y doña Francisca de Cordoua su muger, sobre el asiento del Colateral al lado del Euangelio de la Capilla mayor de la Parroquial Iglesia del Saluador desta dicha Ciudad de Cordoua ; BNE: PORCONES/26/18

Según las referencias bibliograficas este libro se encuentra en la Biblioteca de Jovellanos.

De Melchor Gaspar de Jovellanos habría mucho que decir, ilustre ilustrado, tuvo que sufrir numerosas dificultades, incluyendo la prisión en el castillo de Bellver en Mallorca.

La biblioteca de Jovellanos, que estaba en el Instituto por él fundado en Gijón, sufrió diversos avatares a lo largo de su historia y durante la Guerra Civil española fue destruida en el incendio que siguió al asalto al cuartel de Simancas, anteriormente Colegio de los Jesuitas, adonde había sido trasladada junto con las demás dependencias de Instituto.1
Según parece en el asalto final, tras un impacto de mortero en la biblioteca se inicio un pavoroso incendio que destruyó por completo el edificio, en ese momento, el dia 21 de Agosto de 1936, se produjo el asalto final que terminó con la resistencia de los sublevados.


Actualmente el edificio ha vuelto a ser colegio de los Jesuitas y allí fue donde yo estudié, por lo que lo conozco muy bien.

1.Bonet, Joaquín A. Proyección nacional de la villa de Jovellanos. Gijón: La Industria, 1959. p.171
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